jornada laboral productiva tienen la responsabilidad de las tareas domésticas, el cuidado de niños, ancianos y en-
fermos.
Las mujeres según Martínez, en el año 2016 [1], tienden a desempeñar profesiones que les permitan reforzar
su identidad femenina y que además las prepare para ejercer en mejores condiciones su rol de cuidadora, lo que
se denomina segregación horizontal. La salud pública es uno de los sectores que contribuyen a ese reforzamiento
de la identidad femenina como cuidadoras.
Con respecto a la caracterización profesional para González en el año 2015[22-26], plantean que para la ma-
yoría de las mujeres lo más importante es el desarrollo familiar. Por lo que generalmente privilegian las relacio-
nes familiares y posponen sus metas profesionales es decir, dan más importancia a la maternidad, al cuidado de
enfermos, personas dependientes y ancianos que a la esfera laboral. Lo anterior se refleja en el presente estudio.
La estructura como dimensión de la calidad se refiere a las características de los recursos en el sistema de sa-
lud, mide la capacidad que posee el proveedor para suministrar la atención de calidad. Desde esa dimensión se
debe asegurar que los trabajadores cuenten con un respaldo que le posibilite conciliar su vida laboral familiar pa-
ra su adecuado desempeño y superación laboral.
Para garantizar lo antes expuesto se necesita el concurso del Estado, la organización y la familia, por lo que
son demandadas medidas gubernamentales y organizacionales que la favorezcan, tal como lo plantea que Álva-
rez en el 2015 [12]. Dentro de las medidas gubernamentales se encuentra la legislación que favorece esa conci-
liación como el Código de trabajo, el Código de familia y resoluciones del Ministerio de trabajo y seguridad so-
cial. No obstante, se considera que no es suficiente la existencia de esas leyes y resoluciones, pues se necesita
que los trabajadores tengan conocimiento de su contenido.
El dominio de las leyes permite que los trabajadores conozcan sus deberes y derechos y así puedan exigirlos,
en función de lograr la conciliación vida laboral familiar. Por su parte, Bocija en el 2015[23], realizó un estudio
comparativo del conflicto trabajo familia en España y Cuba en el 2015, es el único antecedente de estudio des-
criptivo encontrado sobre el tema en Cuba. En esa investigación resultó que los participantes sí conocían sobre
las normas legales que favorecen la conciliación como el Código de familia, el Código de trabajo y la Ley de
Maternidad, aunque no se explicita si es, que conocían la existencia de las normativas o que dominaban su con-
tenido.
La adopción de medidas organizacionales favorecedoras de la conciliación vida laboral-familiar según Taja-
rano, en el 2017[6-27], (y asumido en este estudio), como la flexibilización de horarios, el control de los traba-
jadores con sobrecarga familiar, así como la garantía de servicios de cuidados infantiles, garantiza la permanen-
cia del trabajador en su puesto, incrementa su rendimiento así como, el uso óptimo del tiempo que se traduce en
un empleado más productivo y que aporta a la calidad del servicio al que pertenece.
La evaluación de proceso como dimensión de la calidad de los servicios busca identificar problemas que ocu-
rran durante la atención sanitaria mediante criterios que reflejen actuaciones y protocolos establecidos en la aten-
ción a los pacientes. Las situaciones familiares pueden interferir en la estabilidad del profesional en el servicio,
lo que puede implicar deficiencias en la calidad del trabajo.
La vida familiar de los trabajadores puede limitar su atención en el trabajo, muchas veces las mujeres se
muestran distraídas porque están preocupadas por las tareas que le esperan en el hogar a su regreso. Cabe señalar
que González, en el 2015[22], plantea que el rol de madre y cuidadora ocupa en gran medida el foco de atención
en la mujer. Muchas veces se sienten sentimientos de culpabilidad cuando tienen necesidad de privilegiar la acti-
vidad laboral en detrimento de su rol familiar.
En el presente estudio con respecto a las licencias sin sueldo, los resultados encontrados coinciden con los
obtenidos por por Díaz y colaboradores en el año 2016, [9], en la Escuela Nacional de Salud Pública (ENSAP),
donde las mujeres solicitaban escasas licencias sin sueldo por motivos familiares, pero sí existían ausencias justi-
ficadas por esta causa, entendiendo como ausencia justificada el ausentarse del centro de trabajo sin mediar una
autorización de licencia sin sueldo.
La dimensión resultados de la calidad de la atención de salud incluye aspectos como la satisfacción de los
prestadores y usuarios. En cuanto a la satisfacción laboral, considerada como el conjunto de actitudes y reaccio-
nes emocionales positivas que el individuo tiene hacia su trabajo, en la presente investigación la vida familiar no
contribuyó a la satisfacción de las trabajadoras estudiadas, lo que puede deberse a la ausencia del equilibrio ne-
cesario entre los espacios familiares y laborales; resultado que coincide con el de González, en el año 2015[22].
Las directivas y estomatólogas percibieron que existía satisfacción de los pacientes con el servicio recibido,
esta situación puede deberse a su adecuada organización, donde la inasistencia de algún profesional se resuelve
con la redistribución de los turnos, lo que garantiza a los pacientes recibir el tratamiento correspondiente y exi-
mirlo de una afectación por esta situación.
La aplicación de las medidas contenidas en la intervención que se realizó con las estomatólogas, directivas y
sus respectivas parejas, dirigida a mejorar la conciliación vida laboral-familiar en la organización, permitieron la
modificación en cuanto a este tema. Aunque Rodríguez en el 2019 [24] y Jorquera en el 2019[25] consideran que
los modelos de conciliación están directamente relacionados a una perspectiva de corresponsabilidad, ya que, de
no existir conciencia respecto a la necesidad de una adecuada distribución de las responsabilidades en la esfera