Las infecciones producidas por Staphylococcus aureus, se manifiestan menos graves o subagudas que es muy
poco posible que se asocie a una elevada mortalidad. En este caso, los estafilococos coagulasa negativas de la
especie Staphylococcus son característicos de virulencia, microbiológicos, clínicas y de sensibilidad a antimicro-
bianos de esta especie lo hacen aún más interesante la investigación e indagación de este tema tan importante [2].
Hasta hace unos años, esta enfermedad se trataba con antibióticos betalactámicos, pero hoy en día se ha visto
afectada por los mismo (cefalosporina, penicilinas, carbapenémicos, monobactamicos). En la mayoría de los ais-
lamientos clínicos endocarditis, S. lugdunensis es el responsable de la enfermedad. Sólo una minoría (<20%),
podrían ser considerados como contaminantes o colonizantes, de ahí que deba ser considerado habitualmente
como un patógeno [1], [2].
En relación con la sensibilidad a β-lactámicos de S. lugdunensis, este microorganismo también se ha mante-
nido generalmente sensible a otros antimicrobianos. En diferentes estudios se han descrito cepas resistentes a
macrólidos, lincosamidas, cotrimoxazol, fosfomicina, rifampicina y fluoroquinolonas, pero es excepcional, al
menos hasta el momento actual, la multi-resistencia. Solamente se ha comunicado una observación donde las ce-
pas de S. lugdunensis eran resistentes a múltiples antibióticos, incluidas oxacilina, clindamicina, gentamicina y
eritromicina. Otra característica descrita en esta especie, y que no es muy infrecuente, es la tolerancia a la van-
comicina y/o a la teicoplanina [3], [26], [27].
Es fundamental conocer los resultados de las evidencias de los diferentes casos clínicos de la endocarditis in-
fecciosa para poder desarrollar nuevas investigaciones a cerca de una alternativa de tratamiento para el paciente,
es por ello que con este trabajo se quiere analizar la evolución de la endocarditis infecciosa en revisiones biblio-
gráficas, sobre su incidencia, mortalidad y resistencia frente a los antibióticos betalactámicos.
En el estudio de Sorli, acerca del S.lugdunesis, se plasma resultados obtenidos a partir de muestras del am-
biente hospitalario, se ha identificado múltiples factores de virulencia entre los que destacan: El factor de von
Willebrand (vWf), este factor está constituido por una glucoproteína con cuatro regiones, según Lin. Para causar
infecciones endovasculares, las bacterias requieren de un mecanismo para abrirse camino a través de la sangre,
ya que, cuando esta se desplaza por los vasos, se crea una fuerza de fricción que las bacterias deben superar para
poder adherirse a los vasos. Por tanto, la fuerza de la sangre hace que este factor se despliegue y deje expuestos
dominios antes ocultos a los que pueden unirse las plaquetas. En el caso de S. lugdunenses, es capaz de utilizar
las plaquetas como puente mediante un mecanismo no conocido para llegar al corazón [4], [26], [27].
Por otro lado, existe una proteína de unión al fibrinógeno de S. lugdunenses, Fbl, que se relaciona con el fac-
tor de aglutinación A (ClfA) de Staphylococcus aureus, contribuyendo a su patogenia, basándose en la investiga-
ción de Heilbronner. Fbl tiene la capacidad de unirse al fibrinógeno y, por tanto, facilita la adherencia de los
trombos a las válvulas cardíacas dañadas [28], [29]. Se ha descubierto que el nivel de expresión de esta proteína
determina la capacidad de las células para formar trombos y, además, contribuye a la evasión inmunitaria. Adi-
cionalmente, se ha descrito otra enzima con gran actividad proteolítica dependiente de zinc denominada lugduli-
sina. Esta se encuentra asociada a infecciones y está codificada por el gen Shpl, menciona Linares. Se hipotetiza
que podría contribuir a la degradación de la opsonina, o a la supervivencia de la bacteria por medio de la degra-
dación de péptidos antimicrobianos [5].
Las biopelículas permiten a los microorganismos protegerse frente al medio ambiente y de factores que les
pueden resultar estresantes. Igualmente, favorece la interrelación entre estos microorganismos y facilita la obten-
ción de recursos. Las biopelículas son ubicuas y desempeñan papeles muy importantes en entornos tanto natura-
les como antrópicos. Sin embargo, estas también son responsables del 80% de las infecciones bacterianas, que
normalmente son muy difíciles de tratar [28], [29]. Es importante enfatizar la función de las biopelículas, ya que
estas permiten a las bacterias sobrevivir en condiciones de temperatura que no son óptimas, o en presencia de
compuestos tóxicos, entre otros, menciona Albman en su investigación científica [6].
En un estudio realizado en México en el año 2022, para evaluar la formación de biopelículas se realizó usan-
do el punto de corte sugerido por Jimenez y se clasificó al Sthapylococcus como un productor de biopelículas de
nivel fuerte. Esta caracterización ha implicado en generar la mayoría de resistencia a los antibióticos. También se
evidenció una gran amplificación de genes asociados a biopelículas y al gen mecA, que presenta una fuerte resis-
tencia a oxacilina. En ese hallazgo de experimentos resulto de mayor importancia, la resistencia que generó a los
betalactámicos. Mostró una fuerte resistencia de 100% a penicilina, oxacilina, ciprofloxacino, levofloxacino, eri-
tromicina, moxifloxacino. En cambio, mostró una baja sensibilidad a clindamicina, linezolid, vancomicina, tetra-
ciclina, rifampicina y trimetoprim-sulfametoxazol [7].
Según la investigación realizada por Morrales de un caso en específico de endocarditis infecciosa por Staphy-
lococcus lugdunensis que a pesar de lesionar el aparato subvalvular mitral desarrollo favorablemente con medi-
camento adecuado. El caso se basa en un varón de 66 años con antecedentes de enfermedad pulmonar obstructi-
va crónica, realizándose hemocultivos, los cuales evolucionaron positivamente para S. lugdunensis resistente a
betalactámicos y meticilina, al considerar a este tipo de bacteria de alta virulencia se desconoce la puerta de en-
trada [30], [31]. Se conoce poco acerca de los factores predisponentes a presentar una infección por este pató-
geno, pero se plasma en el estudio que los pacientes suelen tener alguna enfermedad de base como diabetes, in-
suficiencia renal crónica o neoplasias. De acuerdo al análisis, la sensibilidad antibiótica: resistencia a meticilina