Dentro de los factores de riesgos cardiovasculares que no se pueden modificar tenemos el sexo, antecedentes
familiares de enfermedades cardiacas, la genética y el grupo étnico. A diferencia de los factores modificables,
entre ellos están los estilos de vida como por ejemplo los hábitos tabáquicos, el sedentarismo, tener o estar diag-
nosticado de diabetes mellitus e hipertensión arterial. Se conoce por diabetes mellitus a la elevación de azúcar en
la sangre cuando la glucemia es mayor o igual a 126mg/dl o 200mg/dl, [2-31].
La hipertensión arterial es una enfermedad que se ha desencadenado a nivel mundial, la misma hace referen-
cia a la presión alta en la sangre y la pared de las arterias, en la cual la presión arterial sistólica es mayor o igual a
140mmhg y la diastólica mayor o igual a 90mmhg está considerada como una enfermedad crónica no transmisi-
ble la cual no es manejada de manera correcta en la actualidad la hipertensión arterial produce varias muertes a
nivel mundial, además demuestran diagnósticos principales dentro de las enfermedades cardiacas, [3].
Existen factores de riesgo modificables como la presencia de obesidad en la cual el índice de masa corporal
es mayor o igual a 30 kg/m2, el no realizar actividad física al menos 30 minutos al día es un factor predisponente
e importante para desarrollar enfermedades cardiovasculares. Además se puede mencionar también los factores
de riesgo relacionados a la carga hormonal en las mujeres está la edad de la primera menstruación y los usos de
los anticonceptivos, [4].
Un estudio realizado en España ha determinado que alrededor del 75% de los conductores presentan obesidad
y sobrepeso, debido al sedentarismo y las altas jornadas de trabajo, los trabajadores que tienen largas jornadas
laborales, no pueden desarrollar un estilo de vida saludable, entre estos podríamos destacar a los conductores
profesionales que tienen mayor riesgo de sufrir ataques del corazón, varios autores afirman que algunos de los
factores de riesgo pueden ser modificables como por ejemplo el consumo del alcohol, tabaco y drogas, [5-32-
33].
Los conductores de vehículos de transporte público tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovascu-
lares debido a su estilo de vida, ya que pasan la mayor parte del tiempo sentados, muchas de las veces no se ali-
mentan bien y no tienen tiempo de ir al baño, por ende pueden ser susceptibles a padecer enfermedades como
obesidad, hipertensión, diabetes mellitus, síndrome metabólico, cabe recalcar que la parte emocional como el es-
trés se incrementa en este grupo de trabajadores, ya que muchas de las veces pueden ser violentados por parte de
los usuarios, [6].
Autores como Camargo, Gómez, López, destacan que los conductores de transporte público tienen riesgos de
salud superiores al de otras ocupaciones, indicando que las enfermedades más frecuentes encontradas son las
cardiopatías, especialmente la isquemia del corazón y el infarto de miocardio, además recalcan que se han repor-
tado várices en los miembros inferiores, e hipertensión arterial, señalando que todas estas enfermedades se aso-
cian al estrés, sobrepeso, sedentarismo, que conlleva esta profesión ocasionando baja productividad física y psi-
cológica, [7].
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de discapacidad y muerte prematura, contribuyen-
do sustancialmente al aumento de costos en salud. La mejor manera de prevenir estas enfermedades es abando-
nando el tabaco, cambiando los hábitos alimentarios, evitando el consumo de grasas, realizando actividad física,
teniendo una dieta baja en fibras, realizándose constantemente un control del peso, evitando el consumo de al-
cohol ya que, este ha sido asociado con la mortalidad cardiovascular, [8-32].
El transporte terrestre de pasajeros es una actividad que ha sido utilizada de manera importante durante años,
brindando economía a varias familias, con la finalidad de la movilización y traslado para los usuarios a diferen-
tes lugares del país, este tipo de profesiones es de suma importancia para la comunidad, lamentablemente la con-
dición sobre los estilos de vida de estos profesionales representan un menor gasto calórico, ya que no mantienen
actividad física y están predispuestos a desarrollar enfermedades de características crónicas degenerativas, [9-34].
En América Latina, Ecuador indica que el 48% de los conductores trabajan más de 8 horas diarias, el 62.9%
menciona que se encuentra sometido a grandes situaciones de estrés debido a las jornadas de trabajo, lo que pue-
de causar enfermedades cardiovasculares en los conductores. Sin embargo, a pesar de las investigaciones que se
han realizado en el contexto de los factores de riesgo cardiovasculares a causa de los estilos de vida no saluda-
bles en los conductores de autobús, aún hay un déficit de investigaciones relacionadas en la ciudad de Tulcán en
este grupo de población, cabe recalcar que ahí radica la importancia de la realización de este estudio por lo cual
ha resultado de interés para la presente investigación, [10-33-34].
Las enfermedades cardiovasculares provocan ataques cardiacos, las mismas que no permiten que la sangre
fluya hacia el cerebro y corazón, siendo una causa de mortalidad. En México, según la encuesta Nacional de Sa-
lud y Nutrición indican un aumento de peso inusitado en la población, además de la vida sedentaria, la hiperten-
sión arterial, diabetes entre otras, por ende, recomiendan la detección precoz para evitar la muerte precoz de las
personas. Refieren que la calidad de vida de la población debe mejorar y las cifras epidemiológicas no debe ser
elevadas con respecto a las enfermedades cardiacas. Cuantos más factores de riesgo existan en las personas ma-
yor es el riego de enfermar, algunos de los factores pueden ser modificados con medicamentos o estilos de vida
saludables, [11-32-33].
En Bolivia se indica que la población no realiza una adecuada actividad física, es decir, no existe concienti-