Para que saber si un paciente reúne criterios para ser admitido en una sala de cuidados intensivos se valora
mucho el estado general de la persona y la posibilidad de vivir sin ningún tipo de asistencia extraordinaria, esto
según el Dr. David Barzallo –Psiquiatra Infantil-.
Para la emergencióloga Valeria Defaz: junto al juicio clínico se suele aplicar escalas de valoración que toman
en cuenta la edad de la persona, las enfermedades preexistentes, el grado de compromiso pulmonar al momento
de la valoración y otros índices que determinan la necesidad de asistencia mecánica, sumado a un cálculo de las
posibilidades de sobrevivencia que tendría la persona.
Consultada la guía COVID-19 para la atención del paciente crítico con infección por SARS-CoV-2 se en-
cuentra que entre los criterios que los médicos especialistas, a la hora de determinar si el paciente reúne los crite-
rios para ingresar a una sala de cuidado intensivo tienen en cuenta los siguientes: hipoxemia a pesar recibir oxi-
geno de flujo convencional, inestabilidad hemodinámica, elevación anormal en la concentración de dióxido de
carbono, alteraciones del estado de alerta, hipoxemia grave, acidosis respiratoria, [8].
Para comprender este contexto es importante comprender que una sala de cuidados intensivos es una unidad
especializada en la atención de pacientes hospitalizados en estado crítico que reciben soporte vital como conse-
cuencia de traumatismos, enfermedades agudas o crónicas, presentan disfunción de uno o más órganos; y preve-
nir o tratar las complicaciones que aparecieran como consecuencia de su enfermedad [9].
De manera general se puede decir que una sala de cuidados intensivos necesita una infraestructura particular
en un lugar especialmente destinado para este propósito, asilado físicamente del resto de unidades médicas, re-
quiere de camas adecuadas para este entorno, tomas eléctricas, tomas de oxígeno, lavamanos, equipamiento de
alta tecnología–lo más importante- como desfibriladores, succionador; coche de cardio reanimación y ventilado-
res, cuyo precio puede superar los USD 30 000 –solamente el equipo, [7].
Según una nota de prensa en el medio digital primicias.ec a un médico le tomaba alrededor de un minuto el
prepararse para ingresar a la UCI, sin embargo ese tiempo se ha incrementado desde que se enfrentan a pacientes
de COVID-19, en consecuencia ese tiempo podría llegar hasta 10 minutos [3].
Según la Emergencióloga Pediatra Valeria Defáz el tratamiento que suelen recibir los pacientes por COVID-
19 cuando ingresan a cuidados intensivos está relacionado con la consideración prioritaria de darles soporte vital
y ventilatorio con el fin de que el cuerpo tenga la posibilidad de recuperarse, en el caso específico del tratamien-
to para el COVID-19 la betametasona se usa para contribuir en la disminución de la inflamación del pulmón. En
caso de que existiesen enfermedades previas o que pudieran aparecer en el transcurso de la estancia en la UCI se
le asigna el tratamiento más conveniente.
Otro factor importante en esta problemática se relaciona con saber cada que tiempo hay disponible una cama
en cuidados intensivos, según el coordinador Zonal 3 de Salud, Edgar Bravo la dinámica en las UCI reflejan la
evolución misma del virus, en el Hospital General Docente Ambato que cuenta con 22 camas UCI la disponibili-
dad de cama es de 1,5 días, esto quiere decir que en menos de dos días se entrega una cama para los pacientes
que requieren desde la zona 3”, el Hospital del IESS, con 12 camas, al menos una se libera pasando un día, [10].
Según una investigación hecha con base a publicaciones en diferentes medios de prensa de circulación nacio-
nal, los valores promedios generados por los cuidados intensivos ofrecidos a pacientes con COVID-19 se hallan
en el rango comprendido entre los 1700 y los 3000 mil dólares diarios, mientras que en cuidados intermedios se
tiene una referencia de más o menos 800 dólares.
Esto significado que una estadía mínima de 7 días podría oscilar entre los 11900 y los 21000 dólares, mien-
tras que una estadía de 30 días estaría en el rango de los 51000 y los 90000 dólares.
¿Son estas cifras realmente astronómicas o tienen una lógica que las puede explicar?, a decir de Ana Delga-
do, directora de la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados de Ecuador: la alta complejidad de es-
tas áreas y los especialistas con que cuentan –lo podría explicar, [3-19].
Para el galeno David Barzallo: el paciente de una UCI requiere de cuidados provistos por profesionales espe-
cializados, la norma técnica requiere un médico por cada 4 camas, a ello se añade el cuidado permanente de estos
profesionales.
Otro aspecto a considerar en la ecuación sobre como los costos finales por uso de la UCI son tan elevados y
es que los equipos usados en allí son de alto coste, tanto en la adquisición como el mantenimiento y demandan
de una preparación previa del personal a cargo y de un mantenimiento continuo y especializado.
Otro factor tiene que ver con la realización de exámenes médicos que aumentan en frecuencia y complejidad.
Según Barzallo, los cuidados intensivos siempre han sido caros, esto implica que no necesariamente que los
precios han aumentado, sino la demanda, dicho de otra manera, antes no había tanta necesidad de camas en cui-
dados intensivos debido a que solo cierto porcentaje de la población requería de estos servicios.
Con el aparecimiento del COVID-19 y la subsecuente ola de contagiados y una gran cantidad de enfermos
que requirieron estos servicios, los costos asociados se difundieron en todos los estratos, esto se traduce que des-
de el aparecimiento de la pandemia una gran cantidad de personas –afectados- se enteraron de los costos asocia-
dos a cierto tipo de atención médica especializada.
Otro factor tiene que ver con el aumento de demanda de camas U.C.I. se relacionó con escases de ciertos in-